Las noticias, tan necesarias para mantenernos informados, pueden convertirse en una especie de azúcar para nuestra mente. Son de rápida absorción, adictivas y, a la larga, pueden ser perjudiciales para nuestra salud mental, física y emocional. Según el escritor suizo Rolf Dobelli, la sobreexposición a las noticias desencadena una producción excesiva de cortisol, la hormona del estrés, afectando diversos sistemas corporales como nuestro sistema inmune.

Además, la mayoría de las noticias suele relatar eventos que están fuera de nuestro control, generando en nosotros sentimientos de impotencia y estrés crónico. Dobelli también señala que muchas de las noticias son irrelevantes y sensacionalistas, diseñadas para impactar rápidamente en lugar de ofrecernos una visión profunda y útil de los temas.

Dobelli no es el único en mostrar su preocupación sobre los efectos en la salud de las noticias. El psicólogo cognitivo Steven Pinker, también ha analizado los efectos de la exposición constante a noticias negativas en nuestra percepción del mundo. Pinker sostiene que la prevalencia de noticias negativas puede distorsionar nuestra visión de la realidad, fomentando sentimientos de miedo, ansiedad y desesperanza.

Del mismo modo, el periodista Johann Hari  ha explorado el concepto de “noticias basura” o “noticias chatarra” y sus efectos perjudiciales en la salud mental. Hari sugiere que la cobertura sensacionalista y basada en el miedo puede contribuir a sentimientos de desempoderamiento y desesperación entre el público.

Además, Nicholas Carr, escritor y crítico de tecnología, ha examinado el impacto de los medios digitales en la función cognitiva y el bienestar mental. Carr sugiere que la avalancha constante de noticias e información en la era digital puede afectar nuestra capacidad de concentración, lo que lleva a un aumento del estrés y la ansiedad.

Ante esta problemática, diversas personas han optado por distintas estrategias. Algunas han cortado radicalmente el consumo de noticias, otras lo han disminuido, y algunas han preferido reemplazarlo por información más relevante y edificante.

Para gestionar eficazmente esta avalancha informativa, Dobelli propone las siguientes recomendaciones:

Sé selectivo con la información que consumes: Enfócate en noticias que sean verdaderamente útiles y pertinentes para tu vida diaria, evitando la saturación de información irrelevante.

Consulta fuentes confiables y verificables: Evita las noticias sensacionalistas y las fuentes con sesgos ideológicos. Busca información en medios rigurosos y objetivos.

Limita el tiempo dedicado a las noticias: Establece un límite de tiempo específico para informarte, lo que te permitirá mantener el equilibrio entre estar al tanto de lo que sucede y evitar la sobreexposición.

Mantén una mirada crítica y objetiva: Analiza las noticias sin dejar que tus emociones interfieran en tu percepción. Cuestiona la información y busca diferentes perspectivas.

Reduce el uso de las redes sociales: Limita tu exposición a enlaces de noticias en redes sociales, ya que pueden ser una fuente de distracción constante.

Desactiva las notificaciones de los medios: Evita las interrupciones constantes desactivando las notificaciones de las aplicaciones de noticias en tu dispositivo.

Reemplaza el tiempo dedicado a las noticias con actividades productivas: Aprovecha ese tiempo para realizar actividades que fomenten tu bienestar, como leer, hacer ejercicio o pasar tiempo con tus seres queridos.

La disminución del consumo noticioso puede tener un efecto liberador, aumentar tu productividad y beneficiar tu salud. Entonces, ¿por qué no considerarlo como una opción válida para cuidar de ti mismo en este mundo saturado de información?