“Sentí una paz muy grande, recordé cuando visitábamos a la abuela, y este aroma me trajo ese recuerdo lindo, me siento bastante emocionada en realidad”. Estas son las palabras de Luisa Pérez, una de las muchas personas que se han beneficiado de los baños de bosque en Chile, donde los guardabosques de Parques Nacionales se están capacitando para brindar esta inmersión a los visitantes.

Muchas voces hablan de esta experiencia maravillosa. La psicóloga española Itziar Azpiazu nos dice “El bosque está ahí para ayudarnos, para sanarnos, para recordarnos que también tenemos raíces que nos conectan a la tierra… la terapia de bosque es algo bien conocido en muchos países y yo te animaría a darte un paseo de forma consciente, no es lo mismo salir y estar con la cabeza pensando cosas para arriba y para abajo a darte un paseo desde la pausa, desde la presencia, desde la conciencia.

¿Qué son los baños de bosque?

Los baños de bosque, o shinrin-yoku, son una práctica japonesa que consiste en sumergirse en un entorno natural y conectar profundamente con él a través de los sentidos. Surgió en la década de 1980 como parte de una campaña de salud pública para contrarrestar el estrés que se veía en las sociedades urbanas japonesas, y hoy en día se utiliza en muchos países gracias a los grandes beneficios que tiene para la salud y el bienestar.

Origen del término shinrin-yoku

En japonés, shinrin significa “bosque” y yoku significa “baño”. La expresión se puede traducir literalmente como “baño de bosque”. Este término fue acuñado por la Agencia Forestal de Japón en 1982, para incentivar a la población a visitar y preservar los bosques.

Beneficios de los baños de bosque

La ciencia ha demostrado que los baños de bosque tienen un impacto positivo en la salud física y mental. Aquí encontrarás algunos de los beneficios más destacados:

  1. Reducción del estrés: La exposición al ambiente del bosque disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, ayudando a alcanzar un estado de calma y relajación.
  2. Mejora del sistema inmunológico: Los árboles emiten compuestos orgánicos que fortalecen el sistema inmunológico y aumentan las defensas contra enfermedades.
  3. Beneficios para el sistema cardiovascular: Los baños de bosque pueden reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, favoreciendo la salud cardiovascular.
  4. Mejora del estado de ánimo: La conexión con la naturaleza tiene efectos positivos sobre el ánimo, ya que reduce síntomas de ansiedad y depresión.
  5. Aumento de la creatividad y la concentración: Al desconectar de la tecnología y de los estímulos urbanos, el cerebro descansa, lo que favorece la claridad mental y la creatividad.

Cómo realizar un baño de bosque

Para practicar un baño de bosque no se necesita entrenamiento previo ni equipo especial. Solo se requiere encontrar un entorno natural y caminar despacio, respirando despacio y observando todo profundamente.

Para poder tener una inmersión completa, se recomienda hacerlo sin dispositivos electrónicos como teléfonos móviles o cámaras.

Cómo involucrar cada sentido en el baño de bosque

El baño de bosque se hace a través de los sentidos. Veamos qué rol juega cada uno en esta experiencia sensorial.

  1. Vista: Al entrar en el bosque, deja que tus ojos recorran el paisaje sin enfocarte en un punto específico. Observa los tonos verdes, los contrastes de luz y sombra, y los detalles en las hojas, ramas y troncos. Este enfoque ayuda a relajar la mente y reducir el ritmo de los pensamientos. Algunos estudios sugieren que la contemplación de la naturaleza mejora la atención y la claridad mental (Park et al., 2010).
  2. Oído: Escucha los sonidos naturales, como el canto de los pájaros, el crujir de las hojas al pisarlas, o el suave susurro del viento entre los árboles. Concéntrate en cada sonido, permitiéndote entrar en un estado de calma y concentración. Los sonidos naturales, como el agua fluyendo o el canto de los pájaros, han demostrado tener efectos relajantes sobre el sistema nervioso (Ratcliffe et al., 2013).
  3. Olfato: Respira profundamente y percibe los aromas del bosque, como el olor a tierra húmeda, las notas de pino o el aroma de las hojas. Estos olores son ricos en fitoncidas, compuestos que los árboles liberan y que fortalecen el sistema inmunológico. Los estudios han demostrado que el contacto con estos compuestos tiene efectos positivos en el sistema inmunológico (Li, 2018).
  4. Tacto: Toca la corteza de los árboles, siente la textura de las hojas o simplemente toca la tierra. La conexión física con los elementos de la naturaleza crea un vínculo directo con el entorno y ayuda a reducir la ansiedad. La simple acción de tocar árboles o plantas puede inducir una sensación de calma y pertenencia al entorno natural (Louv, 2005).
  5. Gusto (opcional): Si estás en un área segura y reconoces las plantas comestibles, puedes probar algún fruto o planta que crezca en el bosque. Asegúrate de hacerlo solo bajo la guía de un experto, ya que algunas plantas pueden ser venenosas. Este sentido es menos utilizado, pero puede complementar la experiencia si se hace con precaución.

Fuentes

  1. Li, Q. (2018). Forest Bathing: How Trees Can Help You Find Health and Happiness. Viking.
  2. Park, B.-J., et al. (2010). The physiological effects of shinrin-yoku (taking in the forest atmosphere or forest bathing): Evidence from field experiments in 24 forests across Japan. Environmental Health and Preventive Medicine, 15(1), 18-26.
  3. Asociación Internacional de Terapia Forestal
  4. https://www.youtube.com/watch?v=7PUF2ewAKFU&t=28s
  5. https://www.youtube.com/watch?v=UWcZaorh70o